Desvariando

Friday, July 29, 2005

SEXUALIDAD Y NORMALIDAD


Es innegable que aún la sorprendente capacidad de la mente humana para realizar el maravilloso proceso de vislumbrar lo eterno y lo sobrenatural, debe estar controlada por el generador de esa capacidad, esto es, por el espíritu que anima a esa mente.

Ese control tiene por objeto que la experiencia (visión o reflexión) no se extinga y que produzca una manifestación intelegible; y desde lo más complejo y profundo hasta lo más elemental y sencillo, necesitan que esa comprensión impresione alguno de los sentidos (vista, oido, etc), Si esto sucede sin ingerencia o estimulo extraño podemos decir que existió un proceso normal o natural de la mente.

Así también la naturaleza necesita y tiene una norma para determinar su sentido o evolución, puesto que sin ese determinado ordenamiento se da el caos, la confusión.
En tal sentido, los procesos que la naturaleza realiza regularmente, sin grandes variaciones, son los procesos naturales por excelencia, naturales o normales.

Ahora bien, no costará reconocer que si una tendencia, conducta o costumbre es llamada o conocida como NORMAL, lo contrario a esto será ANORMAL.

El propósito de la vida es perpetuarse, continuar, ser. Eso es lo normal. una vida que busca ser para luego procurar extinguirse, es obviamente anormal.

El acto sexual tiene como propósito primordial la continuidad de la vida, esto es cierto para todas las especies; en varias de ellas se dan particularidades y propiedades exclusivas, pero tan solo en la especie humana se da el hacer de este sublime encuentro algo intrascendente(rutina,costumbre), algo repugnante(bestialismo,perversión), algo absurdo(homosexualidad, ritualismo), en fin, algo ANORMAL.

Lo normal sería hacer de este acontecimiento una celebración íntima, renovadora, fuente de gozo y satisfacción y pienso que para ello es lícito y hasta deseable que uno amplie lo favorable y agradable de este acto, sin necesidad de recurrir a lo anormal, a lo denigrante, a lo indigno.

Lo absurdo de la homosexualidad y de sus cultores y ocasionales defensores(sinceros o no), es pretender la "normalidad" de esta aberración, por el mero hecho de su difusión, extensión y práctica. Esta anormalidad (conocida así desde la antigüedad) progresó a la categoría de enfermedad (mediados del pasado siglo) para de ahí osadamente convertirse recientemente en elección o decisión voluntaria y ahora lucha por imponerse como "normal"; posteriormente, con toda seguridad, en la soberbia de su "victoria" afirmará que los anormales somos los demás.¿No es esto un desvarío?

No comparto el método que tienen otras culturas para tratar el problema (la noticias muestran la ejecución de homosexuales en Irán)pero creo firmemente que la solución está en una Nueva Vida para todos aquellos que ahora dicen (creyéndolo o no)ser felices en esa condición; afirmo que si confrontan sinceramente su realidad y no se escudan en las mentiras "piadosas" de los que no pueden quererlos bien, buscarían La Verdad y La Luz para caminar sin nada que esconder, normal y felizmente.

Tuesday, July 19, 2005

VICTIMAS Y VICTIMARIOS

El exceso en las actitudes y las palabras de las supuestas víctimas del luctuoso hecho acontecido en la discoteca "Cromañón" parece no tener límite y progresivamente apunta a insospechados rumbos.

Repartiendo culpas y responsabilidades a diestra y siniestra, pretenden negar las que inevitablemente les corresponden, para así asumir un pleno rol de "víctimas"; por ello es necesario decir con claridad que víctimas (además no todas exentas de culpa y responsabilidad) son solamente las que perecieron en ese horrible accidente.

Es también necesario reiterar que fue un accidente y que de ninguna manera le caben denominativos tales como masacre, matanza, asesinato u otros similares, por muy "espectaculares" que parezcan, por muy bien que "vendan" la nota, por mucho que convenga a los siempre gananciosos con el comercio de la miseria humana.

Empezaron buscando frenéticamente "chivos expiatorios" para acallar sus conciencias que les reprochaban su descuido y permisividad en la formación y educación de esas víctimas, muchas de las cuales fueron procurando ciegamente su propia destrucción al "disfrutar" de ambientes impropios para la verdadera y sana diversión, al incurrir en actos demenciales como la quema de bengalas en locales cerrados, al llevar inocentes niños a estas "aventuras" para abandonarlos en baños transformados en "guarderías".

Sin nada que reprocharse, en lugar de llorar su vergüenza y sus muertos, se dedicaron a la labor de encontrar al "responsable" más conveniente, aquel que les proporcione mayor rédito, de tal manera que quién no buscó "indemnización" anheló "notoriedad" y en último caso "ayuda" y lógicamente se dedicaron a combatir y perseguir a todo lo que estorbe ese propósito, sea el propio accionar de la justicia (que aunque no nos guste, hay una y debemos respetarla) sea alguna opinión diferente o mesurada e incluso que alguien más quiera tener su "parte del botín", como ocurrió ultimamente con la arremetida contra el cantante León Gieco.

Es cierto que de alguna manera la Sociedad en pleno es responsable y por tanto corresponde a cada quien un cierto grado de culpabilidad, a unos por permitir y callar, a otros por desvirtuar y falsear, a estos más directamente que a aquellos y a todos porque hemos tolerado complacientemente que a lo malo se le llame bueno, que se haga burla y escarnio de los valores fundamentales y ahora nos extrañamos del grado de corrupción, de la absurda violencia, de la creciente inseguridad y desconcierto que "supimos conseguir".

Por ello cuando estas "víctimas" reclaman JUSTICIA están demandando más bien OBEDIENCIA ciega a sus determinaciones y disposiciones, olvidando que esa obediencia debían haber buscado con diligencia en las VICTIMAS, para así formar personas de bien para la sociedad. Tal vez hubiera sido suficiente con que les hagan saber que "quien juega con fuego se puede quemar" (también en un sentido más profundo) y que está escrito que "la recompensa de nuestras iniquidades es la muerte" (también en un sentido práctico).

Thursday, July 14, 2005

VERGÜENZA Y POLITICA

Lo que digo no es original, pero eso sí, parece ser "ignorado intencionalmente" por la masa consumidora de noticias, espectáculos, entretenimiento, etc: la superficialidad, la incoherencia y el facilismo mediocre pagan bien.

No se puede entender otra cosa si vemos a especímenes como "el chavo" Fuchs, la vedette Moria Casán y hasta el buenoide de Esteban Morgado, pretendiendo opinar y ahora accionar en un campo donde la seriedad (no confundir con adustez), la sensatez o buen sentido y el genuino interés del bienestar común deben ser norma.

¿Puede alguien decir que la mencionada mujer posea alguno de esos atributos básicos para incursionar en política? es cierto que la misma esta desprestigiada al colmo (la política, no la mujer), pero..¿es esa razón para rebajarla más aún? ¿Necesitamos, suponiéndonos entes pensantes, de las "brillantes" conclusiones y remanidos aportes de "genios" de la talla de Morgado o Fuchs?

Debería existir en el ánimo de todos los actores de la sociedad un deseo de superar legítimamente la aguda crísis de valores que nos aqueja, no echando mano de cualquier recurso y menos buscando "soluciones por el desastre", sino participando responsablemente en todo lo que nos atañe, comprometiéndonos con un mundo mejor para nuestros hijos y asumiendo la cuota parte que nos corresponde a cada uno. Sin recurrir a los impostores de turno ni a "conversos" de último momento.

Pero pocos son los que quieren pagar el precio que supone en tiempo, esfuerzo y renunciamiento el tener una mejor sociedad, más justa y más dichosa. Tal vez porque son rápidamente calificados de "tontos" por pícaros que promocionan el inmediatismo y el quemar etapas para beneficio de los "revolucionarios" y regocijo de los que manejan "la sartén por el mango", que en ese extremo sí se tocan, lógicamente para darse la mano a espaldas de la engañada masa.

Cuanto mejor sería imbuir el deseo de lograr una mejor educación y mayor conocimiento, antes que pasajero bienestar y frágiles logros, solo una persona con cabal conocimiento de su condición y la de su entorno es capaz de tomar acciones inteligentes en pro de lograr cambiar positiva, eficaz y permamentemente su situación y la de su sociedad.

Solo alguien que tiene saber no es manipulable, solo aquellos que han encontrado La Verdad pueden decir que son verdaderamente libres.

Tuesday, July 12, 2005

LA VIOLENCIA Y EL RIDÍCULO

A propósito del último atentado terrorista en Londres, las reacciones comprensibles de los que somos "espectadores" del hecho, pasan por el asombro, la tristeza, quizá el miedo, talvez la bronca o el desconcierto, pero...sentir "alegría"por ello, ¿puede ser comprendido? (extendiendo el término "comprensión" al sentido de abarcar, conocer y/o apropiar).

Lamentablemente pude observar muchas reacciones de esa clase, desde el simple comentario de oficina hasta las siempre deleznables expresiones de los habitues de la pantalla chica, pasando por lo que se escucha en programas radiales de clara tendencia o propósito.

Azorado observo a aquellos que al disponer de un medio masivo de comunicación a su alcance, se expresan con ligereza, queriendo justificar lo injustificable y olvidando que "la violencia solo genera violencia", emiten o mejor, repiten manidas frases que aluden a la culpabilidad directa o indirecta de otros "espectadores" y conectan con facilidad otros hechos o causas con el motivo del momento.

Lo cierto es que pueden hacer así, precisamente porque son solo "espectadores", esto es, no estamos en la escena del hecho en sí; con total desparpajo pueden opinar sobre lo que solamente vemos, no vivimos ni podemos estar en tal empatía que hagamos nuestra la situación. Por eso empezaba diciendo que un sentimiento que solo puede ser legítimo en los "protagonistas" es incomprensible o peor aún, es ridículo en los "simpatizantes", insisto: ridículo, reprochable tambien porque tales expresiones casi siempre se originan en sentimientos bastardos como la envidia y el resentimiento o en la ignorancia e insensibilidad de quienes dicen sentir esa "alegría".

Si se diera lo posibilidad (milagrosa o fantástica) de que el hecho y sus consecuencias (no las líricas ni las relativas) obren directa y especificamente sobre todos los que así piensan, con seguridad que procederían con mayor cautela y para vertir tales expresiones meditarían más profundamente (siempre y cuando sean capaces de hacerlo).

Si yo pudiera argumentar con ellos me gustaría terminar diciendo algo que leí en otra parte: si supieras que DEBES dar cuenta de cada palabra que sale de tu boca ¿hablarías precipitadamente?
"No es lo mismo ver llover que estar en el aguacero"dice la sabiduría popular, aunque te hayas mojado en otras lluvias mayores o menores. El opinar con la corriente de moda puede ser simpático en el momento, puede redituar beneficio de popularidad, pero puede ser lo menos conveniente para tí y para los demás.