RETORNANDO

Dejé de escribir todo este tiempo porque pensé que la "migración" al nuevo sistema con google sería algo complejo o, por lo menos, molesto (debido a los comentarios de los que dieron este paso inicialmente). Sin embargo existe otra razón más poderosa, una profunda náusea que impide que me exprese sin ira, que por momentos hasta entorpece mi deseo de hacerlo con claridad y con empatía. Anhelé que mis pensamientos dejarán un mensaje y que a su vez produjeran pensamientos, concordantes o discordantes, que en lo posible fueran dados a conocer de forma inteligible; no evito el debate siempre que exista un mínimo de respeto por el interlocutor y por el idioma. Sin embargo en estos últimos tiempos he pasado por alto y hasta comprendido gruesos y básicos errores de ortografía, sintaxis y composición de mis ocasionales oponentes (para no quedar como un simple censor o corrector) en procura de encontrar lo racional de sus exposiciones, con la convicción de que siempre se puede aprender, aún del más simple e ignorante.

Todo este propósito se desmorona ante las imbecilidades de los actores en medios que debieran divertirnos o informarnos (porque para eso uno enciende el aparato de emisiones radiales o televisivas) puesto que si pretendo pasar un rato entretenido con el peculiar humor de Petinatto, debo también soportar la actitud ramplona de ese engendro demagógico devenido en panelista: el insoportable Chavo Fuchs, supuesto ídolo de jovencitas (y ya no tanto) que piensan con los genitales y aplauden cualquier afirmación que este personaje realiza, basta con que lo haga entre furibundo y contrariado con ese mismo frívolo entorno, que no se corresponde con su “martirizado y socialista” pensamiento (¡?).

Otro tanto sucede si escucho a Slotowiatza o Tenelbaum rasgarse las vestiduras , porque la muerte de treinta y tres universitarios estadounidenses tiene más prensa que los cotidianos doscientos muertos de Irak, como si se pudieran equiparar o asemejar circunstancias tan distintas para así emitir con estulticia la absurda queja “¿porqué no se hace igual revuelo por…etc?” y pensar que a esos mamarrachos se les paga por ejercer su estupidez públicamente..¡por favor!

La manija interminable con “el Diego” (para el que la muerte sería lo más misericordioso) con todas sus temibles consecuencias y el visceral (irracional) odio a todo lo que nos recuerde que Estados Unidos es un país poderoso, económica y militarmente, que tiene dirigentes sagaces (*) que privilegian el bienestar de su tierra y de sus intereses (llámense propiedades, negocios, familia, etc) me suena a grosera envidia por el que tiene más y se pavonea (como seguro haríamos nosotros si tuviéramos con que) rebalsa el vaso de mi ira y mi tristeza por tanta chatura, vulgaridad y mezquindad... por tanto mejor me detengo aquí.

(*) Aquellos que califican a Busch de "imbécil, borracho" y otras lindezas no parecen percatarse que no son esas "cualidades" las que lo llevaron al liderazgo de esa gran nación y por otra parte, también "olvidan" que nuestros gobernantes no son precisamente modelos de probidad, honradez e inteligencia.