Desvariando

Tuesday, August 15, 2006

HIPOCRESÍA

La actitud de los que se rasgan las vestiduras por los dolorosos acontecimientos en el medio oriente, pasa por un cedazo de cinismo e hipocresía; de otra forma no puede entenderse tanta protesta y censura para los instigadores y para sólo uno de los actores; esa mirada parcial no puede ser casual.

Nos preguntamos ¿no es dolor el dolor de los judíos? ¿es acaso su sangre de otro color y no tiñe de rojo el suelo en que se derrama? ¿se insistirá en que no tienen la condición biológica necesaria para ser considerados humanos? ¡Dios nos libre de pensar tal cosa!

¿Porqué entonces ese intencional silencio/olvido? El periodismo que nos desgarra el corazón con fotos de niños libaneses heridos o muertos, ese mismo periodismo no difunde las atroces imágenes de autobuses, locales comerciales y otros, destrozados por las bombas del terrorismo islámico, por los misíles del hezbollaj, niños y mayores por los que no se alza ninguna indignada protesta, por los que no existe ningún airado reclamo.

Con seguridad que no hay desconocimiento de esta triste realidad, tampoco se justifica su omisión aduciendo que se trata de imágenes brutalmente impactantes, pues la violencia vende mucho y estarían perdiendo pingües ingresos, parece más bien que obedecen a un código de moda/simpatía que los hace llamarse a silencio, en una especie de auto-censura o de no querer ver que el sufrimiento no es sólo del Libano.

Bien entendido este sufrimiento es el de la creación entera; lástima que la ignorancia de lo que se encuentra advertido en La Biblia, tenga en consecuencia proliferación de actitudes interesadas, hipócritas, que se preocupan únicamente de tomar partido, partido contemporizador, a la moda, al agrado de las multitudes ciegas y sordas al mundial clamor de verdadera paz, de verdadera justicia, de verdadera vida.

El terreno esta abonado, el tiempo es propicio, existen condiciones para que se manifieste un gobierno de coalición mundial, para que surja ese pasmoso líder/estadista que guiará a las ciegas multitudes hacia una falsa y efímera paz, antes de que comience el tiempo de tribulación, tribulación cual no ha existido hasta estos momentos.

Los necios que propulsan el descreimiento, que mienten sobre la suprema doctrina de amor del SALVADOR, diciendo que postula diversos odios, odio a la inteligencia humana (porque reconoce la infinita sabiduría de Dios), odio a esta vida (por reconocer nuestra frágil y mortal condición) odio a nuestro cuerpo material ( por tener esperanza de vida despues de la muerte), odio a la mujer (por verla no solamente como objeto de placer)...son instrumentos del padre de la mentira.

Pretenden manipular verdades eternas que estan muy por encima de su inflado conocimiento, calumnian y se felicitan de haber superado su homínida condición y en la cúspide de su "evolución" opinan con soberbia y vanidad, prorrumpiendo en extraviados razonamientos, haciendonos estremecer no por sus "sabios" acertos sino al comprobar, una vez más, cuan claramente se dijo hace tanto tiempo sobre ellos: "Pues habiendo conocido a Dios no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos, y su necio corazón fue entenebrecido. Profesando ser sabios, se hicieron necios... "

Y estos hipócritas y mentirosos dicen tener en su "sólido ateismo" y en su "sólida moral" mayor sabiduría que la que fundó el mundo y puso término al mar...¿puede extrañarnos entonces su doble discurso, su interesada y limitada visión? ¡de ninguna manera! pero nos duele su traicionera labor, que desea arrastrar en su merecida caída a quien no se percate que las señales están dadas y que la justiciera hacha apunta a la raíz..¡Aún es tiempo para el que quiere creer!
"El que en él cree, no es condenado..."