Y DALE CON LA CONTRA...

No sé si es una simple impresión pero este nuevo "sistema" no se lleva bien conmigo, por ejemplo, no me permite comentar ni siquiera en mi propio blog (deseaba responder un comentario, ¡bah! el único que tengo casi siempre ja-ja) y no puedo hacerlo ni intentando como "anónimo", pero sin embargo entro a escribir en este espacio perfectamente...¿que pasa? ¿desea confinarme a mi "propio espacio"? Aquí, donde solo yo y mi comentarista "existimos" porque en el hipotético caso de que alguien más lo lea no lo hace evidente (por la razón que sea) a propósito, me pregunto ¿que será de Ana "Topacio"? ¿habrá vuelto por estos rumbos alguna vez? yo también entro subrepticiamente en el suyo y vuelvo a sentir esa ternura que mi inspira su dulce poesía, tan propia de un "corazón en bandolera" (como cantaba Adamo) ¡Dios la bendiga! no comento en su blog porque a la par de los otros comentarios yo "desvarío", en fin...

Pero esto es solamente un desahogo y una especie de prueba, quiero elaborar algo a propósito del anunciado enlace matrimonial (¡?) de un conocido travesti y la coincidencia con una pobre mujer que hizo la parodia de "casarse" con otra pobre mujer, previa cirugía mutiladora y colocación de un "colgajo" adosado a un aparataje ridículo....lamentable, muy lamentable. No sé, tal vez no valga la pena. Ya veremos.

ORIENTACIONES ¿IMPOSICIONES?

Después de todo lo visto y oído, no debería sorprenderme ni molestarme el desparpajo con el que mucha gente que tiene afán de reputarse de "políticamente correcta" o de figurar como de "amplio pensamiento" y aún tan sólo por estar "a la moda" y seguir la corriente se da a la tarea de defender lo indefendible.

Recién leí una indignada (mejor indignante) carta de una lectora de periódico que arremete contra un señor que tuvo la "intolerancia" de expresarse contra la muy permisiva corriente de tolerarlo todo, permitirlo todo, justificarlo todo...bajo el pretexto de que cada uno es dueño de hacer de su vida un poncho, así como de elegir lo que más le plazca y a su entender convenga.

Cierto que el tolerante postulado parece la esencia de la muy preciada "libertad individual" pero ni por un momento repara en aquello, también primario, que mis derechos se terminan donde comienzan los de los demás....(talvez dirán como el personaje de Quino "¿que culpa tengo yo si los derechos de los demás comienzan taaan lejos?") y para qué se ha de pensar en la forma de conciliar tales derechos, preservarlos y aún armonizarlos para lograr mejorarlos, si sólo se conoce o se quiere imponer de cualquier manera el "primero yo, después yo y siempre yo", única y caprichosa forma de "libertad" que conciben las limitadas mentes.

Y por favor, no mencionemos las obligaciones que conllevan los invocados derechos, porque eso es atropello y profanación para los gratuitos y empecinados defensores de la "autodeterminación"... ¿obligaciones? ¡ni hablar! ¿¿qué?! ¿acaso uno es un cerdo nazi? ¿o talvez un maldito fascista? bueno, es el caso que uno ni es nazi, ni es fascista pero tampoco se desvive por ser de izquierda, ni "progre" y tampoco desea figurar como defensor de los "desposeídos" ni otras lindezas, tan sólo desea vivir en paz y con dignidad, ¡sí, que ocurrencia! Así desea también vivir sin que sus principios sean cancelados por ser considerados obsoletos, sin que sus creencias sean tenidas como dignas de los primitivos habitantes de las cavernas y sin que la moral que aprendió desde su niñez sea atropellada en cada imagen que contemple y en cada palabra que oiga, y esto tomando en cuenta que uno no se crió en un monasterio, sino con "mucha calle" y que en consecuencia no desea la reclusión de una ermita.

Desviaciones de la norma (lo normal) existieron siempre, digamos desde los primeros tiempos, seguramente entonces no con tanta profusión y tal vez por ello sujetas a dura e injustificable (aunque comprensible) corrección, asimismo, con seguridad el desconocimiento de la razón que origina la desviación puede haber dado lugar a erróneos métodos de corrección, pero el hecho de que los métodos hayan sido impropios y obviamente ineficaces, de ninguna manera permite que la desviación deje de ser considerada como tal, para luego llegar a ser incorporada a lo normal y que, bajando los brazos, se trate de cubrir la incapacidad de tratar con lo anormal sentenciando resignadamente: "es sólo otra opción u otra orientación".

¿Puedo yo, hecho hombre, optar el ser mujer? Esto es tan absurdo que recurro al absurdo para demostrarlo, digo por ejemplo, estoy conformado para que una vez salido del vientre materno deba alimentarme por la boca (eso es lo normal) entonces y sin que medie necesidad ¿puedo decir que "es normal" que el alimento llegue a mi estómago por otro conducto? No se pierda de vista que los que se alimentan por sonda o fístula necesitan hacerlo así y es muy diferente si alguien teniendo todo lo necesario (boca, dientes, etc.) con posibilidad de normal funcionamiento, optara o se orientara a alimentarse por sonda sólo porque sí pues esto demostraría que no se halla en su sano juicio y que tiene una actitud anormal. Evidente que no es, en forma comparativa, la inocua disyuntiva de si me alimento de esto o de aquello, sino de determinar cómo y por donde lo hago.

Así como existe repugnancia para con quién opte alimentarse de carroña y pretenda que su "opción" no ofende ni lastima a los que los hacen normalmente, y aunque proteste y diga que a él le hace bien, así como alguien "orientado a la carroña" seria en principio excluido del comedor habitual y seguramente luego objeto de tratamiento para ser re-orientado a la normal alimentación, así también aquellos que han hecho de la actividad sexual una aberración, de ninguna manera deben ser aplaudidos ni alentados a continuar con esto y debe procurarse con amor pero con firmeza que vuelvan a la normalidad, que se den cuenta que los equivocados son ellos y no la inmensa mayoría que no practica tales conductas, aunque para no quedar "demodé" muchos de esa mayoría prefieran tener "amplia tolerancia" sin importarles el mal que hacen a los desorientados, y por ende a la sociedad en conjunto, con su hipócrita "bondad".

Existe una respuesta acertada y una solución eficaz para todo el que desee salir de esa lamentable condición, existen unos brazos de amor que recibirán a quién reconozca su desviación y que no le darán solamente una “diplomática tolerancia” sino vida nueva y paz, como nadie en el mundo puede dar…esa respuesta, esa solución, esos brazos amorosos son de Jesús el Señor ¡Ven a El!