Desvariando

Friday, October 14, 2005

BERNARDO NEUSTAD Y SU VERDAD

Por un afortunado "zapping" dí con un programa del conocidísimo Chiche Gelblung, quien con un tono mesurado (no siempre habitual en él) presentaba con palabras de respetuosa ponderación a su ocasional invitado: Bernardo Neustad.

Me gustó y sorprendió (a Bernardo también) que elogiara una notable característica de este polémico personaje: dar trabajo a personas con las que no tenía ninguna coincidencia ideológica y así reunir equipos que solo tenían de común entre sí innegable capacidad o talento y apasionada convicción por sus respectivos ideales. Algo por cierto muy raro y peligroso pero digno de elogio, más aún considerando que se consiguió que produjeran algo en conjunto.

El motivo de esta peculiar reunión era el "retiro"(?) de Neustad, por tanto se hizo un breve recuento de su larga trayectoria periodística y de su también larga vida, ligeros pantallazos que dejaron establecida su innegable influencia en los círculos de poder y su apego a lo que podríamos llamar una línea de conducta.

Tal parece que esa consecuencia o coherencia es lo que más molesta a sus múltiples detractores, generalmente "girasoles" atentos "al sol del momento" en política, moda, economía, etc. y que estiman su propia veleidad como una rara virtud que debe cultivarse y ponderarse.

Algún cínico podrá decir que el motivo invariable de Neustad fue el lucro, esta bien, pero no se ligó por contrato con ningún gobierno y no obtuvo nombramiento prebendario de ninguno tampoco, logró lo suyo con un "olfato" que le permitía reconocer el talento y la oportunidad ¿alguien puede negar su acierto en lo que respecta a la privatización de la telefonía? Buscó lo suyo, como todos lo hacen.

Algo también destacable, con la tranquilidad que dan los años dichosamente vividos dice no guardar inútiles odios, su extensa panorámica muestra que no siempre su vida fue fácil pero afirma que sí fue feliz y habla que en su temprana formación primaron los "deberes humanos" antes que los "derechos humanos" ¿Es algo comprensible en estos tiempos de total egocentrismo?.

En fin, de alguna manera parece haber asimilado algo de la enseñanza del Gran Maestro: "amplio perdón" y "más bienaventurado es dar que recibir"; sentí nuevamente esa profunda compasión que me impulsó hace unos años a escribirle una carta (que lógicamente no tuvo respuesta) en la que le decía que lamentaba verle tan cerca de La Verdad sin poseerla, siendo tan sencillo el paso de abrirle el corazón y permitirle entrar, para tenerla por siempre, con el aditamento de encontrar El Camino y también obtener La Vida eterna. Y que tan solo debía creer.

Pero es tan difícil dejar atrás fama y nombre, es tan increible que semejante obsequio no nos cueste nada, anhelamos tanto "merecer" tal "recompensa", que no podemos entender que las dádivas no se merecen ni se ganan, y pensamos que debemos hacer "algo" previamente. Nos gusta afirmar con total seguridad que "nadie regala nada" así que "Sola Gracia" y "Sola Fe" tienen el mismo sentido que jeroglíficos egipcios para el profano en esa disciplina.

La propuesta de insuperable Amor sigue vigente como el primer día en que fue hecha ¿alguien más oirá la tierna voz del Salvador?